Descripción
Textos nacidos de esa liturgia de la contemplación propia de caminantes y atardeceres, tuvo su origen, también como título, en un anterior cuaderno de poemas: la luz, el aire, los montes, los nombres de los parajes y algo de lo vivido en ciertos entornos permitieron que surgiera.
Tal vez sus diálogos respiren solitarios sosiegos. Quizás también las alianzas entre lo fugaz y lo que pensamos permanente. Tal vez digan del concilio entre actores y escenarios, de la buscada armonía entre el Hombre y la Naturaleza.